Aguas Blancas anunció la licitación para instalar un cerco perimetral de 200 metros en la zona fronteriza con Bermejo, en Bolivia. Esta iniciativa, que forma parte del denominado “Plan Güemes” impulsado por el Ministerio de Seguridad, tiene como objetivo reforzar los controles en el límite internacional.
El interventor del municipio, Adrián Zigarán, confirmó que el alambrado se ubicará entre la Terminal de Ómnibus y la Oficina de Migraciones, dentro del área urbana de Aguas Blancas. El proyecto contempla 200 metros lineales de cerco con dos o tres accesos. Según Zigarán, esta medida busca ordenar el flujo de personas y garantizar un mayor control, ya que muchas veces se ingresa al país sin pasar por los controles migratorios correspondientes, lo que genera incertidumbre sobre lo que cruza la frontera.
La decisión generó críticas por parte del Gobierno boliviano, que expresó su preocupación por el impacto de esta obra en las relaciones bilaterales. Sin embargo, Zigarán calificó como “contradictoria” la postura del país vecino, recordando que hace más de un mes Bolivia había solicitado a Argentina reforzar los pasos fronterizos conjuntos. Además, apuntó a la falta de cooperación en los controles migratorios como uno de los factores que llevó a tomar esta decisión.
El alambrado, que busca garantizar una mayor seguridad y regulación en una zona de alta circulación, ha abierto un nuevo capítulo en las tensiones sobre la gestión fronteriza entre ambas naciones.
