El Jefe del Programa de Trasplante Hepático del Hospital Córdoba, Dr. Martín Maraschio nos comentó que un paciente en estado crítico, en lista de espera en Córdoba, recibió un trasplante de hígado que marca un antes y un después en la medicina argentina. El donante, proveniente de Tucumán, presentaba una condición poco habitual en el país: la donación se realizó tras una parada circulatoria, conocida como “corazón parado”, un método que es común en países como España, pero que aún no había sido utilizado para trasplantes en Argentina.
El donante, con un daño cerebral irreversible pero aún no en muerte cerebral, fue sometido a un procedimiento especial que culminó en su fallecimiento por paro cardíaco. Esta compleja técnica, que requiere una coordinación excepcional y tecnología avanzada, permitió que el hígado fuera extraído y trasplantado exitosamente, a pesar de la distancia de 700 kilómetros entre Tucumán y Córdoba.
Este histórico trasplante no solo salvó una vida, sino que abre la puerta a una nueva modalidad de donación de órganos en Argentina, que podría aumentar significativamente las posibilidades de trasplante en el futuro.