Un equipo de estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) ha diseñado un dispositivo innovador para la detección temprana del Parkinson, llamado “Nasalys”, que ya está siendo utilizado en campañas del Ministerio de Salud de Córdoba.
Desde este lunes el Nuevo Hospital San Roque comenzó la campaña “Semana de la detección precoz del Parkinson”, que se extenderá hasta el 1 de noviembre y será gratuita para el público, destacando la importancia de identificar síntomas previos a la aparición de los primeros temblores.
El “Nasalys” es un olfatómetro creado en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC por estudiantes de quinto año de Ingeniería Biomédica, bajo la cátedra de Ingeniería de Rehabilitación. Pilar Gastaldi, Josefina Sosa, Sofía Villarroel y Julieta Huber son las estudiantes detrás del proyecto, que permite identificar alteraciones en el sentido del olfato, una de las primeras señales del Parkinson. Este desarrollo es único en su tipo en Latinoamérica, destacaron las creadoras y representa un avance significativo para la salud pública en la región, permitiendo que más personas accedan a pruebas tempranas y preventivas.
La neurocirujana Patricia Quevedo, del equipo de Movimientos Anormales del Hospital San Roque, explicó la importancia de este sentido en el diagnóstico precoz del Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta funciones motoras y la calidad de vida de los pacientes. “El olfato suele perderse hasta diez años antes de los primeros temblores o rigidez”, detalló Quevedo, enfatizando que este aparato permite detectar la pérdida del olfato antes de que aparezcan síntomas más avanzados, facilitando una intervención temprana.
Las pruebas que realiza el olfatómetro son simples. El paciente se posiciona frente a un soporte ergonómico para realizar el test con 14 esencias, que deben identificarse usando tarjetas visuales con opciones de olores como naranja, chocolate, humo o vainilla. Al elegir una opción, el paciente indica su respuesta mediante un sistema de botones que envía los datos a un software de análisis, también diseñado por las estudiantes con tecnología Arduino. Aunque el test no establece un diagnóstico definitivo, sus resultados complementan otras evaluaciones clínicas para iniciar intervenciones tempranas.
Julieta Huber, una de las creadoras del dispositivo, expresó la satisfacción de haber desarrollado un proyecto académico que ahora impacta directamente en la comunidad. “Construir este aparato fue muy gratificante, no imaginábamos que una actividad de nuestra carrera fuera a tener un efecto tan positivo y que fuera de utilidad en la salud pública”, comentó.
La campaña busca llegar a familiares de personas con diagnóstico de Parkinson, entre 35 y 60 años, para realizar una serie de pruebas integrales que incluyen información del paciente y test de olfato. Según el equipo médico, detectar esta enfermedad en etapas iniciales permite adoptar medidas preventivas que retrasen su progresión. “Aunque no podemos evitarla, sí podemos tratarla con tiempo y mejorar su evolución”, resaltó Quevedo.
El “Nasalys”, que ha sido validado por profesionales y pacientes del hospital, es el primer olfatómetro de este tipo que entra en uso en un hospital público en Argentina. Este avance, junto con la campaña gratuita del hospital, representa un paso significativo hacia la accesibilidad en salud y la detección temprana del Parkinson en Córdoba.
