“Lo estaban subiendo al patrullero y lo estaban estrangulando. Yo lo vi”, aseguró Agustina, la pareja del hombre fallecido. La investigación continúa y aún se esperan los resultados de la autopsia.
Un hecho trágico ocurrido en la madrugada del lunes en una estación de servicio de barrio Villa Páez, Córdoba, generó conmoción y abrió una investigación que apunta a varios efectivos policiales.
Guillermo Bustamante murió durante un procedimiento llevado a cabo por la Policía y su esposa Agustina insiste en que los uniformados son responsables directos de su muerte.
Según relató la mujer su pareja la llamó porque tenía problemas para abonar los 10 mil pesos del combustible que había cargado en su Ford Ecosport. Cuando ella llegó al lugar, asegura que presenció un momento brutal: “Estaba vivo cuando llegué. Vi cómo lo subían al patrullero mientras lo ahorcaban”, denunció. También agregó que “tiraron su cuerpo como si fuera basura” y que “le hicieron golpear la cabeza contra el piso”, lo que habría provocado una mancha de sangre visible en el lugar.
Desde la Policía sostienen que Bustamante tuvo una actitud agresiva y defendieron el accionar de los efectivos. Sin embargo, Agustina desmintió esa versión y también puso en duda el testimonio del playero que presenció el hecho: “Se contradice en todo lo que dice”, expresó.
Por otro lado, trascendieron antecedentes judiciales del fallecido vinculados a violencia familiar y resistencia a la autoridad, pero la mujer fue tajante al respecto: “Mi marido no era violento. Van a querer ensuciarlo para tapar lo que hicieron. La Policía lo mató”, afirmó.
La Justicia, que ya tomó cartas en el asunto, ordenó la autopsia para determinar la causa exacta de la muerte, aunque hasta anoche no se conocían los resultados. También se realizaron pruebas de alcoholemia a los 14 policías que estuvieron presentes en el operativo.
Desde la fuerza aseguran que los patrulleros involucrados tienen cámaras y que las grabaciones ya están en manos de la fiscalía. Hasta el momento, no hay imputados ni detenidos.
La investigación sigue su curso, mientras la familia de Bustamante reclama respuestas claras y justicia.