En una reciente entrevista Víctor Sosa, responsable de la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia de la Provincia, enfatizó la necesidad de motivar y unir a los actores clave de la cadena alimentaria, desde empresarios hasta funcionarios y académicos, para abordar de manera conjunta el problema del desperdicio de alimentos. Sosa destacó la labor del Banco de Alimentos, que actualmente provee alimentos a 90.000 personas, de las cuales el 60% son niños menores de 15 años.
Sosa subrayó la importancia de generar vínculos entre las empresas, la academia y las nuevas tecnologías para mejorar la gestión de los alimentos y evitar que grandes cantidades terminen desperdiciadas. En este sentido, resaltó la reciente iniciativa de la Secretaría de Ciencia y Técnica con el programa 4.0, que busca apoyar a las pequeñas empresas en la adopción de herramientas tecnológicas avanzadas.
El objetivo, según Sosa, es crear una sinergia que integre a todos los actores del sistema productivo y académico, logrando un impacto real en la sociedad. “Si no trabajamos juntos, nos quedaríamos solo en una declaración de principios”, afirmó.
Finalmente, Sosa expresó su satisfacción por el interés y la participación de los empresarios, académicos y funcionarios en esta iniciativa, y se mostró optimista de que este esfuerzo conjunto pueda generar resultados concretos y sostenibles en el futuro.
Informe: Ivana Ferrucci